Una empresa de servicios, respaldada por fondos internacionales, está detrás de la gran campaña de marqueting en la que se quiere despretigiar a nuestro colectivo de agentes inmobiliarios,

Sin entrar a analizar su "modus operandi", de venta de inmuebles; hay que dejar un par de puntos claros.

Comenzaron con unos precios, que han tenido que aumentar para poder hacer viable su sistema, y lejos de disminuir, a la que se encarga un pack mas completo, sus "comisiones" ya pueden superar lo que un API, pueda cobrar por sus honorarios justificados en el trabajo y los servicios que ofrece en cada venta de un inmueble.

Profesionalidad. El trato que se realiza con este tipo de empresa, no va a estar nunca a la altura que un API colegiado pueda tener. Ya sea por nuestra formación tanto jurídica como hipotecária, nuestra experiencia en negocios inmobiliarios, nuestro trato con el cliente comprador, la mediación y la resolución de conflictos de los actores involucrados, todo ello son grandes activos de nuestro trabajo.

En catalunya, tenemos una normativa, que protege al consumidor, en el colegio de APIs,tenemos un código deontológico para cumplir. Lo cumplen este tipo de empresas, la respuesta es clara. NO.

Si ya una empresa de nuestro ramo, se destapa con unas prácticas inmobiliarias de dudosa honestidad, nos da a pensar, que podría hacer a los clientes a los cual asesora.

La conclusión, es que estas costosas campañas de publicidad, se tienen que pagar de alguna manera. Esperan que con este marqueting agresivo, les crezca el número de clientes lo suficiente para poder facturar. Dejemos que el tiempo vea a donde les lleva.

El Leitmotiv de un API, es trabajar con la seguridad jurídica y con un código ético para conseguir la máxima satisfacción de los actores de un negocio inmobiliario. No creo que sea el fin de un dinosaurio...