Muchas veces nos encontramos, que cuando vamos a peritar una vivienda, todos los propietarios tienen muy claro el precio de su inmueble. En todo caso creo, que tienen muy claro cual es el valor para él. Pero este valor que ellos, o familiares o amigos, todos ellos especialistas inmobiliarios, le dan, por ejemplo a un piso, no se tiene porque corresponder con el precio dispuesto a pagar en el mercado por otro futuro propietario.

A el valor que le pueden dar en un piso de 230.000 €, en muchos casos hay que descontar, todo lo que el futuro propietario no valora: reformas que no le gustan, valor sentimental, distribución actual ... y todo lo que al vendedor no le importa, pero que el comprador lo tiene en su cabeza (nuevas reformas, impuestos, hipotecas, notarías, registros...) Al final igual tenemos que el precio de compraventa real por aquel piso es de 180.000€.

Claro , también tenemos el polo opuesto, gente que después de escuchar y escuchar como está la economía, la gran bajada de los precios de las viviendas, la imposibilidad de vender una vivienda, etc... se piensan que el valor de su piso es inferior al precio que realmente se pueda vender un inmueble en el momento en que se decida la venta.

Es por ello, que creo que es muy importante estar bien asesorado por un profesional de la materia, un API, donde desde nuestro trabajo, podamos acompañar a cualquier persona que por razones queridas o no, vaya a formar parte temporalmente como actor del mundo inmobiliario.